Vistas de página en total

viernes, julio 04, 2008

La Huelga de los osos polares


Acuciados por el cambio climático, los osos polares se reunieron en Asamblea, para determinar las medidas que debían tomar ante este calor sofocante que estaba derritiendo su querido hielo.

Decidieron, en votación unánime, hacer una huelga, excepto la osa Blakie, que votó en contra, por sus tendencias pro-gubernamentales. El sindicato de osos tenía mucha fuerza en el medio rural y era de tendencias radicalmente eco-zoofílicas. Además, el número de afiliados era importante, pese a la excesiva cuota sindical que pagaban.
Como primera medida, dejaron de asustar a los nuevos ricos que juegan al golf en campos de nieve. Estos ricos, al no sentir la ansiedad del peligro, ya no les gustaba este caprichito, y se fueron a dar de comer a tiburones blancos en jaulas submarinas. A su vez, estos tiburones se quejaron por el riesgo de obesidad mórbida por el exceso de alimentación, y, como protesta, se declararon también en huelga. Y, así, se creó una rueda expansiva que derivaría en el caos mundial.
Al ser un poco urgente el problema de los osos, debían tomar una segunda medida:

Solicitaron mediante demanda ante la ONU, prohibir decir todo lo que contenga la palabra oso. Al tener el copyright, se les dió la razón, y las consecuencias fueron nefastas:

Los amantes de la ópera impulsaron barricadas de partituras en las ciudades, ante la imposibilidad de escuchar el mítico y clásico "Oso lemio...". Todos los seguidores de la astronomía, indignados ante la posibilidad de nombrar a "la Osa mayor, menor..." , irrumpieron en las tiendas de juguetes, para destrozar osos de peluche; los jugueteros tuvieron que despedir a mucha gente tras la revuelta, y la situación se hacía inostenible.

Para colmo, los osos pardos, Grizzlies, y pandas se solidarizaron y dejaron de patrocinar todas las actividades, como WWF, el equipo de la NBA Memphis o algún antivirus que nunca funciona. Esta falta de inyección económica provocó miles de altercados y problemas en la distribución de alimentos de primera necesidad, como las Chispa-colas.
Los Gobiernos mundiales estuvieron reunidos durante casi tres minutos para solucionar la tremenda crisis. No encontraban remedios, ya que si subía la temperatura, no podían evitar que se deshelara los icebergs.
Entonces, y, tras una sugerencia del Principado de Andorra en coordinación con el administrador de Frigo y su Calippo (nunca un helado ha sido tan pornográfico), se halló la solución definitiva:

Se acordó la deportación de Vladimir Puttin a la zona de los osos polares; tan sólo él, con su alma helada a miles de grados bajo cero, podría hacer bajar la temperatura hasta extremos insospechados.
La única pena fué que, tras el traslado de Puttin, las empresas fabricantes de polonio se han puesto en huelga por falta de pedidos...pero eso será otra historia.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

Thanks. Im Inspired again.

Anónimo dijo...

Well done for this wonderful blog.

Anónimo dijo...

La solución me parace correcta y eficaz.
Por cierto,vimos un oso polar en BA, qué bonito. Y tb un oso panda rojo,aunq m decepcionó un poco, pensaba q sería rojo y grande!

Unknown dijo...

y entonces de color era el panda rojo, si no era rojo?

Anónimo dijo...

Era pequeñito (comparado con el polar, claro) y de color pardo. Las patas negras.Ya os mandaré una foto