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lunes, julio 03, 2006

Intentaré no caducar nunca

Alguien un día me dirá lo que de verdad me deba decir, y ese mundo para mí se acabará…sí, si, sí. El estancamiento generalizado de actos genero charcos de fango, donde quedan atrapados mis pies. No soy Uri Geller, ni lo pretendo, aunque a veces me gustaría doblar cucharas, para dejar de comer tantos yogures caducados.

Este texto no carece de sentido, tan solo es un auto definido más, como ese señor que te pide fuego y ni siquiera fuma. Debería ser posible rellenar el crucigrama, claro que quizás caeríamos muertos al ver el Show de Truman en nuestras familias, etcétera. Que gran palabra : “etcétera”, da mucho juego, como un croupier.

¿ Has visto mi coche azul aparcado enfrente de tu casa? Pues no es mío, es del banco, pero te he jodido durante un segundo, y eso no me ha hecho más feliz. La dignidad también se compra; en las tragaperras ya no tragan euros, se comen virtudes. Las tres manzanas no me aliviarán, tan solo me comprarán otro electrodomestico, que por supuesto, no usaré , pero seguiré pidiendo la paellera al Banco cuando me den el crédito para comprarme el coche azul…del vecino y del tocino.

Este relato inconexo ya acaba, porque no sé más de nada. Un día aprendí la tabla de multiplicar, y desde entonces multiplico sentimientos , casi siempre enfrentados en rings de boxeo amateurs.

Por cierto, aquel que te pide fuego quiere follar. Perdón, ligar.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Pues justo ayer me pidieron fuego... si lo hubiese sabido le habría entregado mi flor.

Marsaas dijo...

jajajajajajajjajaj

Geli! escribe ese libro que te venimos pidiendo todos YA!

JL Gracia dijo...

es del banco!!!!!!!!!!!!!!!!
que grandeeeeeeeeeeeeeeeee
Los mayores ladrones del mundo son los bancos...