Son las 5 de la mañana, y Cornelio debe levantarse, ya que su autobús de linea hacia Madrid sale a las 6 y 15. Llega a la estación de Agreda, tan sucia y vieja como siempre. Observa, como siempre, las revistas eróticas en la papelería (sin comprar, por supuesto). Al lado, hay un mendigo que apura la calefacción de la sala y un inmigrante con el único equipaje de su billete.
Sube al autobús, y le toca en suerte a un tipejo que se descalza inmediatamente, mientras habla de forma rotunda por el móvil.
El trayecto se hace largo; ponen una película que ya ha visto, pero como no hay cascos, la debe escuchar.Baches, curvas en "la peor autovía de España" (RACC dixit y obra del "gran" Felipe).
Por fin llegamos a la parada. Horror, Cornelio comprueba que sigue parando en el mismo antro de siempre.Estafadores, y más estafadores.Afortunadamente, ha previsto la contingencia con un bocata, un twix y una botella de agua. A él no le roban 3 euros por un agua. Hace frío, mucho frío.
Sigue el viaje; "bien", piensa, ya estamos en Guadalajara, ya queda poco. Mentira.
Comienza el atasco de todos los días por estos lares. Cornelio se pregunta como puede vivir gente este infierno todos los días.
Por fin, el autobús llega; un hotel de colorines indica el sitio. Estación Avda. America. Aun quedan 3 pisos subterráneos para poder respirar aire ¿puro?.
Cornelio decide viajar en el AVE a la vuelta(Alta Verguenza Española, según su hermano; bien de lujo, según todos). Observa las tarifas y se enfada al comprobar que un viaje digno tiene un alto precio.