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lunes, marzo 09, 2009

Infierno, muerte y destrucción


El logopeda me ha mandado callar, dice que tengo unos nódulos en las cuerdas vocales que me causan dolor al forzar la voz. El silencio es algo que no me puedo permitir todavía, porque tras esa puerta sólo está el vacío. El vacío de no explotar para alcanzar tu propio paraíso diario, el vacío de la autorepresión, consciente de limitarte tu libertad de acción.

Todos hemos deseado ser Michael Douglas en Un dia de furia, mientras cogemos una recortada y damos rienda suelta a nuestros deseos más internos: entrando al bar donde está ese gordo que me pone cara de perro cuando me vé o disparando a ese yuppie engominado, porque sí, por que me cae mal, violencia por violencia. Videojuego real.

Ya, ya, el logopeda ha suavizado su tono. Mi lengua voraz ejercía de recortada y estaba subiendo el volumen de mis acusaciones. Me recomienda que hable bajo y no grite. Ejerceré esta Stockoption y cargaré el silenciador a mi recortada , pero no dejaré de disparar. Si no disparo, tu bala de plata me alcanzará y estoy demasiado mayor para resucitar.


He vuelto. La lava es mi aliada.

4 comentarios:

piquers dijo...

exibicionismo?
delito o hobby?

piquers dijo...

bukkake al madrid!!!
ohh yeahhh

piquers dijo...

reportaje de investigacion nachense en su blog

tienes un hacha en la cabeza

JL Gracia dijo...

Buen texto.